Escoliosis en niños y adolescentes

La Escoliosis, es decir, la desviación de la columna vertebral, puede llegar a ser un problema de salud muy serio y sus causas pueden ser muy variadas. Sin embargo, y sobre todo en niños y adolescentes, en la mayor parte de los casos se trata de causas desconocidas. Es lo que se conoce como Escoliosis idiopática.
Aunque generalmente se detecta y diagnostica mediante la radiografía, lo cierto es que muchas veces la escoliosis se puede apreciar con una simple observación externa y, sobre todo, por los síntomas inequívocos a través de los cuales se manifiesta.

¿Cuáles son los síntomas de la escoliosis?

La mayoría de ellos son fácilmente visibles y detectables.

  • Posición asimétrica de los hombros, uno puede estar a mayor altura que el otro.
  • Asimetría en las piernas y las caderas.
  • Derivado de lo anterior, el niño o adolescente puede llegar a caminar de manera irregular.

En algunos casos, también se puede manifestar con otros signos como el pecho hundido, dolores de espalda, fatiga y, en casos ya graves, problemas respiratorios y evidentes deformidades que pueden llegar a convertirse en permanentes.

En el caso de niños y adolescentes son los padres quienes suelen detectar esta anomalía cuando por ejemplo observan a sus hijos con la espalda descubierta a la hora del baño o al comprarles ropa y comprobar que nunca les queda bien.

Particularidades de la escoliosis infantil.

Aun sin conocer las causas de la escoliosis idiopática, muchos especialistas asocian este trastorno con el periodo de crecimiento. Cuando éste termina, la escoliosis raramente empeora.

Tampoco está claro cuál es la mejor manera de prevenir el problema, más allá de lo que recomiendan los médicos a los padres: una alimentación sana y completa, la práctica de ejercicio físico (en particular la natación) y periódicas revisiones caseras que consisten en que el niño o adolescente doble la espalda intentando tocar la punta de los pies con las manos. Este es sin duda el mejor método para detectar curvaturas anormales y desviaciones.
La escoliosis es más habitual en niñas que en niños.
En todo caso, para que nadie se alarme en exceso, cabe señalar que en la mayoría de los casos de escoliosis leve no suele haber molestias ni impedimentos físicos.

Tratamiento de la escoliosis

Dejando los tratamientos quirúrgicos para casos extremos, y asumiendo sus riesgos inevitables, la fisioterapia puede mejorar las molestias causadas por la escoliosis y llegar a corregirla.
Hay una serie de ejercicios que incluso se pueden practicar en casa, siempre bajo la supervisión de un especialista, que ayudan a mejorar la movilidad de la columna y “estirarla”. Pero como cada caso es distinto, conviene recurrir al fisioterapeuta para que nos aconseje y guíe a la hora de elegir los ejercicios adecuados y ejecutarlos de forma correcta.
Otras soluciones en casos más graves o que no respondan bien a la fisioterapia son las prótesis correctoras o corsés.