La reducción de los envases de plástico: clave de un futuro sostenible

La disminución y paulatina eliminación de los envases de plástico es una de las medidas principales de la lucha contra el cambio climático. Ésta es una práctica que apoyada por la ley vigente es particularmente notable en el sector de la alimentación y, de igual modo, en la industria cafetera.

El exceso de envases de plástico tiene efectos negativos

El uso de envases de plástico en general y, sobre todo, el de envases de plástico para alimentos se ha extendido a lo largo de los años gracias a sus numerosas ventajas: es barato, resistente y fácil de producir. Es muy utilizado porque permite la conservación y durabilidad de los alimentos y los protege de humedad, rayos de sol y microorganismos.

Todas estas características han situado al plástico en primeros lugares de métodos de envasado de alimentos. Pero desde hace unos años la situación ha cambiado al empezarse a valorar los efectos negativos: el tiempo excesivo que tarda en descomponerse y el hecho que solo se recicle una pequeña parte del plástico.

Se ha comprobado que un envase de plástico para alimentos se descompone en pequeñas partículas casi invisibles, sin llegar a degradarse completamente, y que éstas son muy difíciles de detectar y, por lo tanto, de retirar de los ecosistemas a los que van a parar.

La solución al uso de envases plásticos para alimentos es su sustitución por otro tipo de materiales en la fabricación de los embalajes. Por eso hay cada vez más empresas que trabajan en esta línea, como Nestlé, que se ha fijado como objetivo conseguir que en el año 2025 la totalidad de los envases plásticos y envases sean reciclables o reutilizables.

El camino a recorrer es largo, ya que el packaging plástico que envuelve los alimentos además de conservarlos en mejor estado también ofrece otras muchas ventajas. Pero aunque las ventajas del uso del plástico son muchas, también lo son los inconvenientes. Si analizamos qué efectos tiene el plástico en el medio ambiente vemos que más del 90% de los plásticos que se fabrica en el mundo se hace a partir de combustibles fósiles. Y, por otro lado, una cuarta parte de los plásticos a nivel mundial se tira a vertederos y no se recicla.

Todos estos datos inciden en la percepción de qué daños causa el plástico al medio ambiente, y empujan a seguir trabajando en la línea de reducir el impacto medioambiental de los envases de café. El objetivo principal es conseguir un café sostenible en todos los sentidos: desde el cultivo hasta el envasado.

Nueva regulación europea sobre el uso de plásticos reciclados

El daño que causa el plástico en el medio ambiente está presente en todos los niveles de la sociedad. La Comisión Europea aprobó en 2018 una estrategia sobre el uso del plástico basada en una economía circular con el fin de frenar los efectos nocivos del plástico.

Esta iniciativa europea persigue incrementar tanto la capacidad de reciclado del plástico como aumentar también el contenido reciclado en los embalajes con el fin de garantizar que los nuevos materiales sostenibles sean seguros para la salud humana.

Cuánto daño hace el plástico al medio ambiente

Cada vez somos más conscientes de cuánto daño hace el plástico al medio ambiente. Aun así, la producción de plástico no ha disminuido en los últimos años, sino más bien al contrario.

La consecuencia de esta producción y uso masivos es que los plásticos llegan a todos los rincones del planeta. En este sentido, resultan especialmente afectados los mares y océanos, donde se calcula que cada año van a parar más de 10 millones de toneladas de basura. Esto supone un grave perjuicio para la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que habitan en ellos.

El problema principal de por qué el plástico es dañino para el medio ambiente radica en que la mayor parte de los plásticos utilizados para envases son de un solo uso. Y sobre todo está la cuestión de los microplásticos, fragmentos inferiores a 5 mm que pueden provenir de la rotura de trozos grandes o haber sido fabricados directamente así. Según estudios recientes, estos microplásticos son ingeridos por los animales marinos con graves consecuencias.

Reducir el plástico de los envases: la solución para un futuro más sostenible

La protección del entorno que nos rodea y del planeta en que vivimos es una tarea compartida entre industrias, particulares y autoridades.

Hay empresas alimentarias que no solo coinciden con esta idea sino que están plenamente implicadas en ella. Un ejemplo de ello es Bonka, que hace años empezó a preocuparse por las consecuencias del cambio climático en el cultivo del café, en los ecosistemas que los rodean y en la vida en general.

Como consecuencia, se han marcado un objetivo para 2025: introducir progresivamente soluciones de embalajes sostenibles para conseguir que todos nuestros envases de café sean reutilizables o reciclables.

Conscientes de la importancia de la progresiva eliminación del uso de los envases de plástico también en el proceso de fabricación del café, en 2017 ya pusieron en marcha la renovación de los envases con una cubierta de papel 100% reciclable. Todo ello con un doble objetivo: reducir el uso de plástico e introducir progresivamente materiales más sostenibles en los envases.

Tres años después de iniciar este proceso de cambio, en 2020, Bonka obtuvo el sello FSC®, un certificado de que el papel utilizado en los formatos de 250g es 100% reciclado. Este sello se identifica de forma clara en el lateral de los paquetes de Bonka molido natural, junto a los iconos de reciclaje de plástico y de papel.

El proceso de producción del café debe ser sostenible de inicio a fin, desde las tierras y métodos de cultivo hasta el envasado. Por eso es imprescindible adaptarse y caminar lentamente pero sin pausa hacia la eliminación del uso del plástico en los envases. Porque el planeta y su supervivencia es cosa de todos.