Tipos de carteras de inversión

Las certeras de inversión o carteras financieras están compuestas por distintos valores y títulos, que son los que se encargan de determinar su nivel de riesgo y su rentabilidad. Asimismo, es muy importante tener claro estos conceptos, ya que cada uno de ellos cumple con ciertos objetivos patrimoniales. De forma general, podemos decir que existen cuatro tipos generales de carteras de inversión.

De esta forma, te recomendamos que profundices sobre el tema para poder aprender más sobre los tipos de carteras de inversión, de forma que puedas estar mejor informado y tener a la mano información que te puede ser de mucha utilidad.

Sin embargo, aquí te hablaremos de forma breve y clara sobre los distintos tipos de carteras de inversión, incluyendo aquellas compuestas por rentas fijas o rentas variables. Así, teniendo en base es información, podemos considerar que las rentabilidades más altas muestran valores más arriesgados, además del hecho de que es muy importante comprobar su composición al momento de distribuir el patrimonio.

Distintos tipos de carteras de inversión

Cartera de ahorro

Normalmente las carteras de ahorro están compuestas por un porcentaje bajo de títulos de renta variable, que suele estar en torno a un 15%, lo que quiere decir que nos estamos refiriendo a una cartera mixta, sin importar que la gran mayoría de estos estén centrados en una renta fija. Por eso, a pesar del nombre que tienen, realmente no se trata de un producto muy conservador.

Es normal que este tipo de carteras tengan un porcentaje algo de títulos de deuda pública y corporativa (en algunos casos iguales) y, aunque en menor medida, también pueden contener algunos activos monetarios. La exposición nea que tiene con respecto a las divisas extranjeras suele estar basada en el euro.

Cartera de inversión

Las carteras de inversión también tienen una composición mixta y similar a la que tiene la de ahorro, pero la diferencia principal es que se aumenta el riesgo gracias a que está compuesta por menos del 50% de rentas variables. Asimismo, aumenta la exposición a las divisas extranjeras, a pesar de que cerca del 70% son títulos en euros.

En cuanto a las carteras de inversión, es importante tener en cuenta que la distribución de activos se destina un 40% a rentas fijas públicas y privadas, de forma que no nos estamos refiriendo a una cartera más especulativa, sino a una que presente un mayor riesgo y rentabilidad en comparación a las carteras de ahorro.

Cartera de renta fija

Las carteras de renta fija son las menos llamativas en cuanto a rentabilidad, aunque se trata de una de las más seguras al momento de proteger nuestro patrimonio a la par que conseguimos un pequeño plus.

Es importante tener en cuenta que toda cartera está basada en una renta fija, aunque esto tampoco quiere decir que estén completamente libre de riesgos.

Cartera de renta variable

Las carteras de renta variable son las más arriesgadas de todas, pero son las que tienen mayores rentabilidades para ofrecer, ya que se trata de una cartera que es 100% variable y que cuentan con una mayor exposición. Es por eso que estas opciones no son muy recomendables para los perfiles más conservadores, aunque se puede destinar una parte del patrimonio en estas carteras, es importante conocer y tener presentes los riesgos existentes.

Estos son los principales tipos de carteras de inversión que se pueden encontrar hoy en día en los bancos.