¿Influye la reproducción asistida en el sexo del bebé?

¿Está pensando en tener un bebé mediante reproducción asistida? Si es así, una de las primeras preguntas que probablemente le venga a la cabeza es «¿podré elegir el sexo de mi bebé?» Desde hace muchos años, la gente utiliza diversos métodos para controlar el sexo de sus hijos. Pero, ¿es posible predecir o incluso influir en el sexo de su bebé mediante la reproducción asistida? Veamos este tema más de cerca. Para obtener más datos sobre esta cuestión puede ampliar la información en Conoce MiFertilidad.

¿Qué es la reproducción asistida?

La reproducción asistida hace referencia a los tratamientos y procedimientos de fertilidad utilizados para ayudar a las personas y parejas a concebir un hijo, como la fecundación in vitro (FIV). La FIV consiste en extraer óvulos de los ovarios de una mujer y combinarlos con espermatozoides en un laboratorio externo. A continuación, el óvulo fecundado se transfiere de nuevo al útero de la mujer o se implanta en otra mujer que llevará el embarazo por ella.

¿Influye la reproducción asistida en el sexo del bebé?

Estudios recientes han demostrado que la reproducción asistida puede influir en el sexo del bebé. De hecho, algunos estudios sugieren que las mujeres que recurren a la FIV tienen más probabilidades de tener bebés de sexo femenino que de sexo masculino, aunque esto no siempre es cierto. Esto puede deberse a varios factores, como la forma en que se seleccionan y manipulan los embriones antes de la implantación. Por ejemplo, los embriones con determinadas características cromosómicas tienen más probabilidades de dar lugar a bebés de sexo femenino que de sexo masculino. Además, algunas clínicas de fertilidad seleccionan los embriones en función de su grado de coincidencia con los miembros de la familia, lo que puede dar lugar al nacimiento de más niñas si ya hay más niñas en la familia.

Técnicas de selección de embriones

Otra forma en que la reproducción asistida afecta al sexo del bebé es a través de las técnicas de selección de embriones. Durante los procedimientos de FIV e ICSI, los embriones se crean en un laboratorio y crecen durante varios días antes de ser transferidos al útero. Durante este tiempo, los científicos pueden observar la composición genética de cada embrión y determinar cuáles tienen más probabilidades de producir un embarazo sano antes de que se produzca la implantación. Este proceso se denomina diagnóstico genético preimplantacional (DGP) y también puede utilizarse para determinar el sexo de un embrión antes de que se produzca la implantación. De este modo, las parejas pueden seleccionar un embrión con el sexo deseado para la implantación, lo que aumenta las tasas de éxito de los embarazos con el sexo elegido.

En conclusión, aunque las tecnologías de reproducción asistida como la FIV pueden influir en las probabilidades de tener una niña o un niño, no hay ninguna garantía de que pueda determinar el sexo de su hijo antes de la concepción. Por lo tanto, es importante que los futuros padres que se planteen utilizar este tipo de tecnología tengan en cuenta este hecho a la hora de tomar su decisión sobre si desean o no recurrir a estos procedimientos. Al fin y al cabo, el sexo de su hijo no debería afectar al amor y los cuidados que reciba de usted.