¿Por qué es bueno contratar un profesor particular?
Utilizar los servicios de los profesores particulares es una práctica habitual en muchos países. Tiene muchas ventajas: los alumnos tienen la oportunidad de hablar de cualquier cosa que no les parezca clara, de tomarse su tiempo para comprender y retomar el tema tantas veces como quieran y, en general, de construir el enfoque correcto del aprendizaje. En la escuela, los profesores simplemente no pueden garantizar todo esto la mayoría de las veces debido a la falta de tiempo individual con los alumnos.
Un buen profesor particular se tomará el tiempo necesario para crear un plan de estudio para cada alumno y asegurarse de que recibe un servicio personalizado. Con las clases particulares, los estudiantes reciben una atención personalizada durante toda la duración de sus clases, lo que les permite hacer cualquier pregunta y centrarse en áreas específicas de una asignatura en la que puedan necesitar ayuda.
Aprendizaje personalizado
Gracias al hecho de que el alumno está uno a uno con el profesor durante la clase, recibe toda la atención del profesor particular. Esto es importante porque crea un espacio para un diálogo fluido, planteando preguntas, discutiendo, resolviendo problemas y corrigiendo errores, todo a la vez. No hay nadie más que tú que esté recibiendo formación y apoyo, por lo que tienes más posibilidades de progresar más rápidamente. Los que no se sienten cómodos levantando la mano y haciendo una pregunta en la escuela pueden sentirse cómodos y seguros mientras tienen una clase individual con un profesor.
Mejores notas
Las clases adicionales tienen inevitablemente un impacto positivo en el rendimiento escolar. Los estudiantes ganan confianza en sí mismos mientras profundizan en la materia fuera del aula ordinaria y luego aplican con éxito lo aprendido durante el curso en la escuela. El aumento considerable de las notas es sólo una de las consecuencias del aprendizaje en privado. Después de las clases particulares, los alumnos son más eruditos, tienen una visión más amplia, son capaces de tomar sus propias decisiones y de responsabilizarse de sus actos; todo ello es necesario no sólo en la escuela, sino también en la vida.
Sin prisas
En la escuela, los profesores tienen la tarea de terminar el programa de estudio en un momento preciso. Por lo tanto, van tema por tema sin dar a todos la misma oportunidad de ponerse al día. Como los alumnos son diferentes y procesan la información de forma distinta, algunos de ellos suelen quedarse atrás. Imagina que entiendes un tema pero no el siguiente, que ya está más avanzado. Lo difícil es que en la siguiente lección tienes que superarte aún más pero no puedes porque te falta algo justo antes. Con un tutor individual, se te da todo el tiempo que necesites para que no pases al siguiente tema a menos que entiendas completamente el actual.
Áreas identificadas en las que trabajar
Normalmente, es difícil juzgarse a sí mismo e identificar correctamente las áreas en las que necesita mejorar. Un tutor puede hacerlo muy fácilmente y también sugerir un plan de cómo se van a abordar los «problemas». Simplemente te encuentras en manos de un profesional que sabe qué hacer, cuándo y cuánto tiempo hay que dedicarle. Lo que te queda es seguir obedientemente este plan y hacer todo lo posible para ayudarte.
Horarios flexibles
Nadie te obliga a estudiar durante unos intervalos determinados. Un profesor particular te ayudará a encontrar la persona que se adapte a los horarios de aprendizaje de los estudiantes y no al revés, como ocurre con los profesores en el colegio. Los estudiantes también son libres de elegir la intensidad del estudio. Por supuesto, si necesitan ayuda para decidir cuánto tiempo a la semana les vendría mejor, siempre recibirán una recomendación amistosa de su profesor particular.
Mejor gestión del tiempo
Puede resultar difícil exprimir este aprendizaje complementario entre un montón de responsabilidades diferentes que puede tener un estudiante. Sin embargo, es una buena oportunidad para practicar la planificación del tiempo de forma eficiente. También se trata de priorizar: los estudiantes aprenden a entender que a veces tienen que renunciar a algo si quieren conseguir su objetivo.