¿Qué son los repartidores de costes de calefacción?

Los repartidores de costes de calefacción son instrumentos cuidadosamente calibrados que se instalan en los radiadores domésticos para informar al usuario de la energía que se emite. Se trata de un principio muy común en muchos países miembros de la Unión Europea, especialmente en Alemania. La principal ventaja del aparato es su sencillez y los escasos requisitos de instalación. Una vez instalado, las lecturas son visibles en una pantalla digital, lo que permite al usuario controlar la cantidad de calor que suministra el radiador.

Los repartidores de costes térmicos son dispositivos que se instalan en los radiadores de los edificios y que miden la producción total de calor de cada radiador. Los repartidores de costes térmicos pueden ser electrónicos, en los que se utilizan uno o dos termosensores electrónicos y un microcontrolador para calcular el consumo de calor del radiador por la diferencia de temperatura entre el radiador y el aire de la habitación, o evaporativos, en los que un líquido especial calibrado en un tubo capilar registra el calor total absorbido del aire (para el que se hace un cálculo medio) además del producido por el radiador.

Principio de funcionamiento de los repartidores de costes de calefacción

Cuando el radiador se calienta, la parte trasera también se calienta. La temperatura (o la diferencia de temperatura con respecto a la temperatura ambiente en el caso de los dispositivos electrónicos de dos sensores) se integra a lo largo del periodo de calentamiento (un año según la ordenanza de costes de calefacción) y forma así el valor medido. Dado que la cantidad de calor emitida también depende del tamaño y el tipo de radiador y de la transferencia de calor entre el radiador y el repartidor de costes de calefacción, el valor medido de cada radiador se multiplica por un factor individual. Esto puede hacerse en la factura de la calefacción. Se habla entonces de un baremo unitario, ya que cada repartidor de costes de calefacción está equipado con el mismo baremo.

Si, por el contrario, los repartidores de costes de calefacción de los distintos radiadores están equipados con escalas diferentes, las llamadas escalas de productos, no se produce ninguna conversión porque el factor ya se ha tenido en cuenta al elegir la escala. En el caso de los repartidores de costes térmicos electrónicos, el escalado se realiza mediante programación. El factor de evaluación se determina cuando se instala el repartidor de costes de calefacción. Para ello, se determina el fabricante y el tipo de radiador -en la medida de lo posible- y se realizan mediciones. Así se obtiene el rendimiento del radiador como primera parte del factor de evaluación.

A continuación, el factor se corrige mediante el denominado valor Kc, que describe la transferencia de calor entre el medio de calefacción, en última instancia el radiador, y el repartidor de costes térmicos. La evaluación del radiador requiere el conocimiento de datos precisos sobre el asignador de costes térmicos utilizado y el radiador, que se obtienen en amplias series de mediciones y pruebas.