Cómo llevar una alimentación saludable

La comida debe ser un placer, y eso sigue siendo cierto aunque se intente comer una alimentación saludable. Aunque algunos planes de dieta se centran en lo negativo, dando a entender que hay que eliminar todo lo que nos gusta, no tiene por qué ser así.

De hecho, suprimir por completo alimentos o incluso grupos enteros de alimentos no es necesariamente una buena idea. No sólo es potencialmente desequilibrado, sino que puede provocar una sensación de fracaso si no puedes resistirte a algo de la lista de «prohibidos», lo que hace más probable que lo dejes por completo. En cualquier caso, un régimen dietético que se siente como una obligación será difícil de cumplir a largo plazo. Comer de forma saludable centrándose en los pasos positivos en lugar de los negativos es mucho más fácil, y a menudo también más eficaz.

Comer más de las cosas correctas

Comer más puede parecer extraño si estás intentando perder peso, pero comer a intervalos regulares (tres comidas nutritivas al día, más tentempiés si son necesarios) y comer más cosas adecuadas puede ayudar. No te centres en lo que no puedes comer, sino en lo que sí: frutas y verduras, pescado blanco y azul, cereales integrales y carbohidratos ricos en fibra. Esto dejará menos espacio para alimentos como las carnes grasas o procesadas, y los aperitivos y bebidas saladas o azucaradas.

No te centres en lo que no puedes comer

Esto te ayudará a equilibrar tu dieta, lo que significará que obtendrás todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para una buena salud y la cantidad adecuada de energía, facilitando el mantenimiento de un peso saludable.

Llénate de fruta y verdura

Tomar al menos cinco raciones de fruta y verdura al día puede ayudar a proteger el corazón y a reducir el riesgo de morir de un ataque al corazón o de un derrame cerebral. Además, su contenido en fibra le llenará y reducirá la tentación de consumir alimentos poco saludables.

Comer más fruta y verdura es fácil

Añade fruta guisada, rodajas de plátano o bayas al yogur o a las gachas de avena del desayuno. Añade más verduras a las sopas, guisos y salsas, o simplemente toma una o dos raciones más junto a la comida principal. La fruta es un tentempié obvio, pero no olvides las verduras: corta pimientos dulces, zanahorias, apio o pepino en bastoncillos para que estén listos cuando el hambre apriete, o simplemente lava los tomates cherry y los rábanos. Añadir granos de granada, uvas o manzanas a las ensaladas puede darles un aspecto y un sabor más interesantes.

La comida integral

Los alimentos integrales, como el pan, el arroz integral y la pasta integral, son una fuente de fibra, así que elígelos en lugar de las variedades blancas para mantener tu sistema digestivo sano. Otros cereales integrales, como la avena, también aportan fibra soluble que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol. Puedes desayunar gachas de avena o un panecillo integral, almorzar una ensalada de pasta integral y cenar una ensalada de pollo y arroz integral a la plancha. Los pasteles de arroz integral con plátano son un tentempié fácil.